Hace ya bastante tiempo publiqué un post relacionando la salud cardiovascular y el ejercicio físico. En el mismo comentaba que culquier tipo de deporte era bueno para la salud cardiovascular, pero que la mayoría de los cardiólogos nos inclinábamos a recomendar el ejercicio isotónico, aeróbico o el ampliamente conocidos como «cardio» sobre el ejericio isométrico o estático, cuyo representante máximo es el ejercicio con peso.
Sin embargo, los nuevos estudios crean nuevos conocimientos que, en ocasiones, descalifican o modifican los previos. Esto es lo que ha ocurrido recientemente a raíz de un metaanálisis publicado en The British Journal of Sports Medicine.
En esta publicación se realiza un metaanálisis de 270 estudios randomizados, que incluyeron a casi 16.000 participantes, relacionando el comportamiento de la tensión arterial con el tipo de ejercicio realizado, incluyendo entrenamientos de intervalo de alta intensidad y con ejericios isométricos (excluidos en muchos estudios previos) y con ejercicio aeróbico.
Se llegaron a las siguientes conclusiones principales:
- Cualquier tipo de ejercicio físico tiene un impacto positivo sobre la tensión arterial.
- La disminución de la tensión arterial era más importante en los sujetos con hipertensión que en los que tenían cifras normales de tensión.
- La mayor efectividad para los descensos de la presión sistólica (la máxima o la alta) fueron para los ejercicios isométricos (98%), ejercicios combinados (76%), ejercicios de resistencia dinámicos (46%), caminar (40%) y ejercicio de intervalo de alta intensidad (39%).
- El análisis secundario reveló que el ejercicio más efectivo para lograr el descenso de la presión sistólica fue la sentadilla isométrica apoyado en pared, seguida por la extensión isométrica de las piernas, el handgrip (presión con la mano) isométrico, ciclismo, carrera, ejercicios combinados, sprint de intervalos de alta intensidad, otros ejercicios aeróbicos, ejercicios de resistencia dinámicos, ejercicios dinámicos de intervalos y caminar.
- La carrera (running) fue el ejercicio más efectivo para el descenso de la presión arterial diastólica (la mínima o la baja), seguido por la sentadilla isométrica apoyado en pared, el handgrip isométrico, la extensión isométrica de las piernas, ciclismo, el sprint, ejercicios de intervalos de alta intensidad, ejercicios de resistencia dinámicos, ejercicios combinados y caminar.
En conclusión, cualquier tipo de deporte tiene un impacto positivo en el comportamiento de la tensión arterial, particularmente en los hipertensos. El deporte isométrico o estático gana protagonismo sobre el dinámico en cuanto a su efectividad sobre descenso de la tensión arterial en reposo.