El tabaco es responsable, en la actualidad, de una de cada cuatro muertes prematuras en adultos en Europa. La obesidad representa una de cada siete muertes prematuras según un reciente meta-análisis, realizado en casi 4 millones de individuos, publicado en la prestigiosa revista The Lancet el pasado 13 de julio.
Se define sobrepeso como presentar un índice de masa corporal (IMC) mayor de 25 y menor de 30 Kg/m2. Obesidad grado 1 entre 30 y 35, obesidad grado 2 entre 35 y 40 y grado 3 entre 40 y 60.
También consideramos una muerte prematura en un adulto como la que se produce entre los 35 y 69 años de edad.
El riesgo de muerte prematura aumenta paralelamente al aumento del IMC. Es decir; a mayor obesidad mayor probabilidad de fallecer precozmente.
Por encima de 25 de IMC existe una importante asociación con un mayor riesgo de muerte por enfermedad coronaria (Infarto agudo de miocardio), ictus y enfermedad respiratoria y una moderada asociación con la mortalidad por cáncer.
El riesgo aumentaba más importantemente en varones que en mujeres y también en la franja de población más joven.
También el bajo peso (menos de 20 Kg/m2 de IMC) se asoció a un aumento de la mortalidad de cualquier causa, siendo más importante cuando el IMC era inferior a 18.5.
Y después de este post, aprovecho para despedirme de todos vosotros hasta después de vacaciones. En septiembre volveremos a la carga. ¡Feliz verano a todos!
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