Según un artículo publicado en el Journal of the American College of Cardiology el pasado mes de diciembre, el consumo de alcohol incluso a niveles moderados, aumenta el riesgo de presentar una fibrilación auricular.
También, después de haber presentado un episodio de fibrilación auricular, aquellos pacientes que continúan consumiendo alcohol tienen mayores probabilidades de pasar de episodios paroxísticos de la arritmia a presentarla de forma permanente, incluso después de la realización de ablación de la arritmia.
Aunque el consumo de pequeñas o moderadas cantidades de alcohol se consideran cardioprotectoras frente a la aparición de infartos, no ocurre así en lo relacionado con la fibrilación auricular.
Es frecuente para el personal de urgencias atender a pacientes que después de un episodio de importante consumo de alcohol presentan este tipo de arritmia, que puede ocurrir inmediatamente después de la intoxicación alcohólica o demorarse hasta 12 y 36 horas después.
Los autores concluyen que el alcohol es un importante factor de riesgo para presentar una fibrilación auricular, no sólo por un efecto directo del mismo en las aurículas del corazón, sino contribuyendo a la aparición de hipertensión arterial, obesidad y síndrome de apnea del sueño.
Otro artículo posterior (enero 2017), también de la misma revista, después de una revisión de casi 15 millones de pacientes concluye que los que eran catalogados como de un abuso o consumo excesivo de alcohol tenían el doble de probabilidad de presentar fibrilación auricular, 1,4 veces más de infarto de miocardio y 2,3 veces más de insuficiencia cardiaca.
Por lo tanto, sería necesario valorar globalmente el papel del alcohol en nuestra salud cardiovascular en conjunto, no sólo en su aparente vertiente protectora (a bajas dosis) frente al infarto, sino también poder conocer a partir de qué cantidad de alcohol ese posible beneficio se torna en desventaja y si el papel protector de las bajas cantidades de alcohol justifican el riesgo de mayor aparición de fibrilación auricular.
Agustin dice
Muy bueno Javier.Coincide con lo que me adviertieran en grandes centros que me atendieron ya que mis cardiologos «de Pueblo» no me habian hecho mencion de este factor de riesgo como tampoco de la posible afectacion de temas gastroenterologicos tal el reflujo en lo que es las manifestaciones de la fibrilacion.Sin dudas que este tipo atencion tiene que ver tambien con la gran cantidad de pacientes que atienden en tales centros medicos .Aunque no soy de tomar alcohol ,solo un par de vasos de vino gasificado dulce los Sabados ,tambiem lo he dejado y sin dudas estimo que ello me esta ayudando.Felicitaciones por tu aporte y hasta pronto .Agustin