Sé que realmente me pongo muy pesado con el tema del colesterol y de la necesidad de reducirlo, pero la importancia del tema lo requiere. Por eso aquí va este post dirigido a vosotros, los pacientes, pero también a nosotros mismos, los médicos, que somos los que debemos aconsejaros de la mejor forma posible. Para ello, tenemos la obligación de mantenernos al día de las últimas recomendaciones de las diferentes Sociedades científicas, que están formadas por expertos en multitud de áreas y que son los que conocen en mayor profundidad cada tema en concreto.
La evidencia se sigue obstinando en demostrarnos que las cifras de LDL-colesterol o de no-HDL colesterol cuanto más bajas son mejores. En cambio, nosotros los médicos, como mucha frecuencia infratratamos a nuestros pacientes, sobre todo a los que precisan dosis más elevadas.
A pesar de que las sociedades científicas, año tras año, cambian los objetivos terapéuticos y reducen progresivamente las cifras de colesterol recomendadas, frecuentemente estas directrices se trasladan tarde y mal a la práctica clínica diaria.
Esto lo ha puesto de manifiesto el análisis del Registro PALM (Patient and Provider Assessment of Lipid Management). En este estudio se descubrió que sólo el 74% de los pacientes con indicación de tomar estatinas las tenían prescritas por su médico. De los que la tenían en su tratamiento, menos de la mitad (45%) tomaban la estatina de la intensidad apropiada. El resto recibía una estatina de menor intensidad que la recomendada para su nivel de riesgo o patología.
Esta discrepancia en la adecuada precripción fue más notable en los pacientes a los que las Guías de práctica clínica de las sociedades científicas recomiendan tratamientos de más alta intensidad. En este grupo de pacientes, aunque tomaban el tratamiento el 80%, sólo el 29% tomaba la estatina de la intensidad apropiada.
También se demostró que se prescribía mejor el tratamiento cuando los pacientes ya habían presentado un problema cardiovascular (prevención secundaria). En cambio, cuando se intenta prevenir la aparición del primer problema cardiovascular (prevención primaria), la prescripción era mucho más deficiente.
En conclusión: mantener las cifras de colesterol adecuadamente controladas, según las recomendaciones de las Sociedades Científicas, es esencial para no sólo prolongar la vida de nuestros pacientes, sino también para evitar las terribles secuelas de las enfermedades cardiovasculares.
Agustin Alvarez dice
Realmente interesante tal conclusion que , en lo personal , obedeceria que bajo tratamiento con una dosis minima de 5mg. diario de Rosuvastatina desde hace tres años mantengo mi colesterol total en un promedio de 160 contra los 240 antes de tal tratamiento .En un doppler color de hace un año acuse esclerosis aortica para la cual ,las estatinas no serian eficientes aunque si para controlar los depositos de colesterol sobre las arterias ,cosa que se me detecto,si bien leve, en un estudio de vasos de cuello .Por tal motivo consulte al medico respecto a la oportunidad de administrar una mayor dosis de Rosuvastatina ,por ejemplo 10 mg. en ves de 5 para eliminar o al menos evitar el aumento de esos depositos .La consideracion fue que no hacia falta.Me pregunto entonces si tal consideracion es acertada o se repite lo de vuestra nota,en lo que se refiere a » infratratamos a nuestros pacientes, sobre todo a los que precisan dosis más elevadas»…
Javier dice
La intensidad del tratamiento con estatinas se calcula en función no sólo de tu nivel de colesterol sino también de tu nivel de riesgo cardiovascular.
Consulta a tu médico al respecto. Un saludo.