
Aprovechando los resultados preliminares del estudio ColCORONA en el que se evidencian los beneficios de la colchicina, administrada a paciente con COVID-19 no ingresados en el hospital, aprovecho también para contaros los beneficios de este fármaco en pacientes con cardiopatía isquémica.
Primero hablaremos de lo que en la actualidad suscita un mayor interés.
El llamado estudio ColCORONA demuestra que cuando se administran 0.5 mg de colchinina a los pacientes COVID-19 con sintomatología leve o moderada, que no precisan ingreso hospitalario, se evidencia un descenso del 25% de la hospitalización, del 50% de la necesidad de intubación y del 44% de las muertes.
La colchicina es un fármaco “de toda la vida”, que se empezó a usar en 1763 para el tratamiento de la gota y que también se utiliza en la actualidad para el tratamiento de la pericarditis y la fiebre mediterránea familiar.
Es un fármaco barato, de administración oral y con pocos efectos secundarios o contraindicaciones. Se extraía inicialmente del azafrán salvaje. Tiene una acción potente antiinflamatoria que se ha utilizado para el tratamiento de diversos procesos en los que la inflamación juega un importante papel.
Está demostrado que la llamada “placa vulnerable” en las arterias con aterosclerosis, es la que puede romperse y producir la formación de un coágulo que ocluya total o parcialmente el vaso y de lugar a una angina de pecho, un infarto de miocardio o un ictus, dependiente de la localización de la arteria. Está placa vulnerable es blanda, tiene mayor temperatura y está formada en su mayor parte por contenido fundamentalmente inflamatorio, con 4 veces más macrófagos y tres veces menos fibrina que una placa estable.
Ya en 2013 se publicó un estudio que señalaba que la colchicina podía prevenir la aparición de eventos cardiovasculares en los pacientes portadores de una cardiopatía isquémica estable.
En el estudio COLCOT, recientemente publicado en el New England Journal of Medicine, se administró 0.5 mg de colchicina a 2366 pacientes dentro de los 30 días después de presentar un infarto de miocardio y se comparó con otro 2379 pacientes a los que se le dio un placebo.
Los pacientes que recibieron colchicina presentaron un significativo menor número de eventos isquémicos cardiovasculares que los que recibieron un placebo.
En conclusión, la colchicina es un fármaco con amplia experiencia, barato, seguro y efectivo, que puede surgir no sólo como nuevo tratamiento de los pacientes con enfermedad cardiovascular, sino también en pacientes con síntomas leves o moderados de COVID-19.
Gracias por tu inestimable colaboración en proporcionar información de calidad.
Un abrazo
Yo tuve COVID-19 y se me inflamo el corazon a tal grado que se me aceleraban los latidos tan solo por comer una rebanada de manzana, el doctor me receto colchicina y note rápidamente una mejora significativa, en solo dos días se normalizo el ritmo del corazon, pero note los cambios en algunas horas.