Vuelvo a escribir sobre este tema, que continúa siendo un motivo muy frecuente de consulta y de preocupación por parte de mis pacientes.
¿Qué es un soplo en el corazón? ¿Es una enfermedad?
Un soplo es sólo un ruido que los médicos escuchamos cuando auscultamos a un paciente. Y no, no es una enfermedad, es lo que nosotros llamamos un signo a la exploración. Es decir; algo que observamos cuando exploramos a un paciente. De igual forma que si vemos que tiene sobrepeso, palidez o arco senil corneal.
Un soplo se origina al pasar la sangre por un orificio más estrecho, en su circulación por el interior del corazón. En ese momento se crea lo que los cardiólogos llamamos un gradiente de presión y la sangre pasa formando turbulencias, que son las que originan el sonida que podemos auscultar y que denominamos soplo. Estas turbulencias también se pueden originar al pasar por lugares no especialmente estrechos, cuando la sangre circula a una velocidad elevada.
Pensemos en un grifo con una obstrucción en su boca. Si lo abrimos, al salir el agua y atravesar esa obstrucción produce un ruido que podemos percibir. Pero también lo podemos oír si abrimos mucho el grifo aunque no exista ninguna obstrucción en su boca.
Entonces… ¿qué pasa si se tiene un soplo?
Lo más importante es saber si ese soplo es debido a que algo no marcha bien dentro del corazón o simplemente es inocente (soplo funcional).
¿Puede un soplo ser inocente?
Decimos que un soplo es inocente o funcional cuando no responde a ninguna alteración del corazón. Se produce, simplemente, porque la sangre circula a gran velocidad por su interior.
Es frecuente auscultar este tipo de soplos en niños y adolescentes, en personas con fiebre, embarazadas y en cualquier circunstancia en que la velocidad de la sangre aumente de forma inusual. Por ejemplo durante el ejercicio físico, en pacientes con anemia, etc.
¿Y cómo es posible diferenciar un soplo inocente de uno de los que sí están relacionados con un problema?
En muchas ocasiones una simple auscultación por un profesional entrenado, es suficiente para distinguirlo con un alto grado de seguridad. En otros casos más dudosos, la realización de una prueba llamada ecocardiograma / Doppler color nos sacará definitivamente de dudas.
¿Y si resulta que finalmente el soplo no es inocente? ¿Qué pasa entonces?
Existen muchos soplos de escasa intensidad que auscultamos diariamente que no son inocentes. Aunque no lo sean, reflejan una alteración poco importante que posiblemente nunca ocasionará ningún problema al paciente.
Los soplos que sí están en relación con una enfermedad cardiaca de importancia, deberán ser valorados por un especialista. El cardiólogo aconsejará el mejor tratamiento para el problema o bien pautará un seguimiento periódico, con el fin de ver su evolución y elegir el momento preciso para las actuaciones que fueran necesarias.
A un amigo mío se le diagnosticó un soplo y le tuvieron que operar del corazón. ¿Puede llegar el problema a necesitar una operación? ¿No es posible tratarlo con pastillas?
Los soplos que reflejan alteraciones del corazón importantes pueden ser debidos a múltiples causas (problemas valvulares, alteraciones cardiacas de nacimiento, fístulas, alteraciones del grosor del músculo del corazón…) y siempre reflejan un problema mecánico. Vamos a poner otra vez el ejemplo del grifo: imagina un grifo con una importante obstrucción en su boca debido a un acúmulo de cal de muchos años. No sería posible encontrar una sustancia que disolviera esa cal a no ser que se tratase de un ácido altamente corrosivo que si se empleara dañaría también el resto del grifo y de la tubería. Por lo tanto, no nos quedaría otra que ir a la boca del grifo y limpiarla manualmente o cambiar esa parte del grifo.
¿Y cómo podemos prevenir esas enfermedades del corazón?
La mayor parte de los problemas cardiacos actuales que provocan soplos no tienen una prevención específica conocida. Las causas más frecuentes son:
– Alteraciones cardiacas de nacimiento.
– Envejecimiento valvular, en algunos individuos.
– Secundariamente a otros problemas cardiacos, como el infarto de miocardio.
Antiguamente, la fiebre reumática era la causa más frecuente de problemas valvulares y por tanto de soplos. Hoy en día, está prácticamente erradicada en los países desarrollados, gracias a la utilización de antibióticos para tratar infecciones estreptocócicas.
¿Debemos acudir al médico para ver si tenemos un soplo y nunca nos lo han detectado?
No, no debemos acudir al médico sólo para descartar un soplo. Sí es una buena idea realizar revisiones de salud periódicas, con mayor frecuencia cuanto mayores somos o si vamos a emprender un programa de ejercicio físico intenso. Por supuesto y como siempre, también deberíamos acudir al médico si presentamos algún síntoma como dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire o pérdida de consciencia.
Como conclusión, tener un soplo no significa necesariamente estar enfermo ni tener un problema del corazón. Pero antes de asegurarlo, deberías consultar con un cardiólogo.
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