Una preocupación habitual de mis pacientes a los que prescribo tratamiento con estatinas son los posibles efectos secundarios de este tratamiento y en particular la posibilidad de padecer enfermedades hepáticas o cáncer.
Siempre encuentro la ocasión para demostrar a mis pacientes los beneficios de llevar un tratamiento para disminuir los niveles de LDL colesterol, cuando está indicado. Hoy por hoy, las estatinas son aún los fármacos más utilizados y prescritos. También intento desmitificar esos «peligrosos» efectos secundarios del tratamiento con estatinas.
Según un artículo publicado el pasado 12 de julio en el Journal of Clinical Oncology, los pacientes del Framingham Heart Study con indicación de recibir tratamiento con estatinas por su mayor riesgo cardiovascular, presentaban también casi el doble de riesgo de padecer un cáncer. Estos pacientes también presentaban diez veces más mortalidad por cáncer y por otro tipo de problemas con respecto a los que no tenían indicaciones de recibir tratamiento con estatinas.
Esto no significa de ninguna forma que las estatinas aumenten el riesgo de cáncer, sino que existen factores de riesgo comunes entre la enfermedad cardiovascular y el cáncer
De hecho, múltiples estudios observacionales sugieren que el tratamiento previo con estatinas se asocia con un estadío más temprano del cáncer en el momento del diagnóstico, menor mortalidad y aumento de la supervivencia. Para explicar esta circunstancia, uno de los mecanismos propuestos es una limitación de la proliferación celular asociada a una menor disponibilidad de colesterol.
Con anterioridad, ya escribí un artículo que relacionaba las estatinas con posibles beneficios en algunos tipos de cáncer.
Como conclusión, los autores resaltan la oportunidad de mejorar la salud pública, siendo conscientes de estos factores de riesgo comunes y sabiendo que los pacientes con indicación de tratamiento con estatinas para prevención de enfermedad cardiovascular también tienen un riesgo aumentado de desarrollar cáncer y de morir por él.
Por el contrario, aún no tenemos suficiente información que aclare las razones por las que los pacientes que presentaron un cáncer mientras seguían tratamiento con estatinas, tenían un mejor pronóstico de su enfermedad con respecto a los que no recibían este tratamiento.
Sanchís dice
Pues…no sé si me queda claro. ¿Las estatinas no aumentan entonces el riesgo de desarrollar cancer?