Cada vez somos más conscientes de la importancia de nuestra dieta en su capacidad para mantenernos saludables y para prevenir enfermedades.
Todos hemos oído hablar mucho sobre los beneficios de la dieta mediterránea, también sobre lo saludable que es el consumo de aceite de oliva y las nueces. Pero, ¿qué hay de real en todo ello?
Eso mismo se preguntaron los autores de este reciente estudio español de prevención primaria, realizado en individuos con alto riesgo cardiovascular, pero sin enfermedad en el momento de inicio del estudio.
Se incluyeron a 7447 sujetos en tres brazos diferentes, todos ellos sin restricción calórica. En el primero se les recomendó seguir una dieta mediterránea con suplementos adicionales de aceite de oliva virgen extra, al segundo se les instauró una dieta mediterránea con suplementos de nueces y al grupo control se le recomendó seguir simplemente una dieta baja en grasas.
Pero, antes que nada. Todos oímos hablar mucho sobre la dieta mediterránea. Pero, en qué consiste la dieta mediterránea o que consideraron los autores de este estudio como dieta mediterránea.
Los autores recomendaron consumir:
- Aceita de oliva: para cocinar, ensaladas y también para los alimentos consumidos fuera de la casa.
- Nueces y cacahuetes (3 o más raciones a la semana).
- Fruta fresca (3 o más raciones diarias).
- Verdura (2 o más raciones al día).
- Pescado (mejor azul), marisco.
- Legumbres (3 o más raciones a la semana).
- Sofrito (2 o más a la semana)
- Carne blanca (en lugar de carne roja).
- Vino en las comidas (opcional, sólo para los que habitualmente lo hacían).
Se les prohibía:
- Los refrescos con gas.
- Bollería industrial.
- Grasas para untar.
- Carne roja y procesada.
Después de un periodo de seguimiento medio de 4.8 años, la aparición de un evento cardiovascular mayor (infarto de miocardio, ictus o muerte de origen cardiovascular) ocurrió en 288 pacientes (96 en el grupo de dieta mediterránea con suplementos de aceite de oliva, 83 en el que fue suplementada con nueces y 109 en el grupo control de bajas grasas)
Por lo tanto, después de 5 años, los grupos de dieta Mediterránea, ya sea con suplementos de aceite de oliva o de nueces tuvieron un riesgo un 30% o entre 1.7 a 2.1 puntos inferior al control (dieta baja en grasas)
Como conclusión: los pacientes que siguen una dieta mediterránea, ya sea con un suplemento de nueces o de aceite de oliva virgen extra, tienen un menos riesgo cardiovascular que los que siguen simplemente una dieta baja en grasas.
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