Escribo este post (el quinto referente a la obesidad) porque hace 1 semana un buen amigo con el que compartía una ruta de senderismo y que sigue con regularidad este blog me decía: a ver, Javier, recuérdame por qué es malo pesar más de lo normal.
Debo decir que mi amigo no es obeso, pero tiene una barriguilla algo prominente y esto le incomoda de verdad. He seguido durante años sus intentos, con más o menos determinación de perder esa barriga, aunque siempre con un resultado poco más que modesto.
Estoy seguro de que la pregunta me la hacía, no porque no supiera que la obesidad y el sobrepeso son perjudiciales, sino para que le diera una mayor motivación en su enésimo intento de perder su barriga.
De todas formas, dada la gran cantidad de población que tiene sobrepeso y obesidad, creo que merece la pena hacer un recordatorio del tema, a modo de motivación general, no sólo para que nosotros nos animemos a perder peso, sino para que podamos prevenir que nuestros hijos entren en este largo y difícil viaje del sobrepeso y la obesidad.
Ahora, para no repetirme demasiado, aprovecho para contaros los principales hallazgos y conclusiones de un estudio sobre la obesidad y sus riesgos, publicado el pasado mes de julio en la revista The New England Journal of Medicine.
Los autores del estudio observan que el riesgo para la salud aumenta progresivamente cuando el índice de masa corporal (IMC) es superior a 25; a pesar que obesidad sólo se considera cuando es superior a 30. Entre 25 y 30 estaríamos hablando sólo de sobrepeso. Este índice lo podéis calcular dividiendo vuestro peso en kilos entre vuestra talla, en metros al cuadrado.
Por ejemplo, si medimos 1,70 m y pesamos 82 Kg, el cálculo sería 82/1,72 = 82/2,89 = 28,37. Un IMC de 28 estaría en la categoría de sobrepeso.
Se achaca al exceso de peso 2.7 millones de muertes al año en el mundo y otros 66 millones de personas al año padecerán un problema de salud relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
El 70% de las muertes relacionadas con el exceso de peso son de origen cardiovascular (infarto y accidente cerebrovascular) y más del 60% ocurre en personas obesas. Por lo tanto, el restante 39% se produce en personas con el peso sólo ligeramente elevado.
El tener un peso mayor de lo normal también aumenta el riesgo de diabetes, insuficiencia renal, cáncer de esófago, colon, recto, hígado, vesícula, páncreas, mama, útero, ovario, riñón, tiroides, así como de leucemia. Aunque existe una excepción: el exceso de peso se relaciona con un menor riesgo de cáncer de mama en el grupo de mujeres premenopáusicas.
En cuanto a las razones para que siga aumentando la incidencia de sobrepeso y obesidad, los autores del artículo creen que son múltiples, aunque piensan que lo más importante son los cambios en los alimentos y el sistema alimenticio de nuestro entorno, como el fácil acceso a la comida, su mayor disponibilidad, el menor coste de comidas altamente calóricas y el impacto de la publicidad sobre los hábitos alimenticios.
Yo añadiría una razón que a mí me parece muy importante. En la actualidad comer se ha convertido, más en una fuente de placer que en una necesidad. Comer y beber es en el transcurso de la vida uno de los mejores momentos, no sólo de nuestro día a día sino también de nuestras reuniones sociales. Quedamos con la familia, amigos y compañeros de trabajo a comer o a tomar una copa. En la mayoría de las reuniones la comida y bebida tiene un papel protagonista.
La realización de una menor actividad física derivada al paso de hacer vida rural a las ciudades también puede contribuir al exceso de peso, pero esta no parece ser uno de las principales razones.
De hecho, como no me canso de decir a mis pacientes en la consulta, no deben esperar una pérdida significativa de peso simplemente aumentando el nivel de ejercicio si se sigue con una dieta parecida. La base de un control adecuado de peso debe ser el cambio de la dieta que ha de complementarse con un aumento del ejercicio físico.
Pues bien, aquí me habéis tenido en otra ocasión escribiendo de los problemas del exceso de peso.
Sé que no es fácil en absoluto perder peso. De hecho, es muy difícil hacerlo de forma prolongada en el tiempo. Ni siquiera los que se dedican principalmente a temas de nutrición tienen todas las claves de por qué algunas personas engordan más fácilmente que otras con dietas similares, por qué realmente no funciona lo de quemar más calorías de las que se toman, ni tienen las respuestas a muchas otras preguntas.
Aún con todas esas dificultades, siempre es conveniente conocer un problema si queremos poder darle alguna solución.
Finalmente, a mi amigo le diría: SÍ, pesar más de lo normal es un problema que puede condicionar tu salud y tu vida significativamente. Si eso te sirve a ti y a otras personas como motivación para conseguir perder peso, me alegro de haber escrito por quinta vez del tema.
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