¿Qué es una prueba de esfuerzo?
Es una prueba, utilizada tanto por los cardiólogos como por los médicos dedicados a la medicina deportiva, que nos ofrece diferente información según para qué fin se utilice.
Las pruebas realizadas en medicina deportiva se suelen hacer en conjunción con un análisis de los gases espirados y con medición de la concentración de ácido láctico en sangre. Están encaminadas fundamentalmente a determinar el grado de entrenamiento de un deportista.
Las pruebas realizadas por los cardiólogos (que es el tema que voy a tratar) se utilizan para determinar diferentes condiciones de la salud cardiovascular del paciente y como eventual prueba complementaria en los estudios de aptitud pre-participación deportiva.
¿En que consiste?
Se trata de someter al sujeto a un esfuerzo máximo, mientras se encuentra monitorizado, con control de su electrocardiograma y de su tensión arterial.
Para realizar el ejercicio se emplea una bicicleta estática a la que se aplican resistencias crecientes o un tapiz rodante con pendientes y velocidades igualmente crecientes. Los tiempos, resistencias y pendientes del ejercicio se hallan determinados según diferentes protocolos establecidos.
La terminación de la prueba dependerá de la información que queramos obtener. Normalmente son pruebas “limitadas por síntomas”; es decir, el paciente pide terminar el esfuerzo cuando ya no puede continuar. En otro casos se termina cuando se llega a conseguir una determinada frecuencia cardiaca del paciente; normalmente la frecuencia máxima para su edad (220 – edad del paciente), o bien el 85% de esa frecuencia.
Otra razón para terminar la prueba es la aparición de determinados problemas en el paciente que hagan aconsejable, por seguridad, detener el esfuerzo. Por ejemplo: alteraciones electrocardiográficas en la repolarización, arritmias importantes, excesivo aumento de la tensión arterial o descenso de la misma, aparición de dolor torácico progresivo o importante falta de aire.
¿Qué información aporta la prueba de esfuerzo?
La prueba de esfuerzo nos aporta datos sobre:
- La capacidad funcional.
- La existencia de problemas de circulación hacia en músculo del corazón.
- La aparición de alteraciones del ritmo cardiaco con el esfuerzo.
- El comportamiento de la tensión arterial.
¿Qué complicaciones puede tener una prueba de esfuerzo?
Las complicaciones serias son extremadamente raras, pero pueden ocurrir. Por ejemplo
- muerte: 1 por 10.000
- infarto agudo de miocardio: 3.5 por 10.000
- arritmias graves: 48 por 10.000
¿Se puede realizar la prueba a todo el mundo?
No. Ya que es una prueba no exenta de complicaciones, aunque sean raras, se debe evitar en pacientes en los que la realización de un importante esfuerzo físico pueda suponer un gran riesgo.
¿Es el resultado de una prueba de esfuerzo absolutamente fiable para descartar cualquier problema cardiaco?
No. Existen problemas de importancia que pueden no evidenciarse durante una prueba de esfuerzo. Por dicha razón, cuando a un deportista joven se le realiza un estudio de aptitud pre-participación deportiva, la prueba de esfuerzo no es de las que más información aporta, siendo de mayor utilidad la historia clínica y exploración física con un electrocardiograma basal y el ecocardiograma.
En resumen: la prueba de esfuerzo es muy utilizada por el cardiólogo para el diagnóstico y el pronóstico de diferentes problemas cardiacos. Su principal indicación es el estudio de la cardiopatía isquémica.
Al contrario de lo que se puede pensar, no es la prueba que más información aporta para el estudio de deportistas.
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