Por su importancia, creo que es necesario repetir esta entrada. Estos síntomas hacen necesario consultar con nuestro cardiólogo. En todo caso, ya que no todos sentimos de igual forma, cualquier síntoma asociado a sensación de gravedad deberá motivar nuestra consulta inmediata.
- Dolor en el pecho:
- dolor de tipo opresivo.
- intenso.
- no varía con la posición, con la respiración ni con la presión de la zona.
- localizado en el centro del pecho.
- de más de un minuto de duración, pero de menos de horas.
- en ocasiones irradiado a brazos, cuello o mandíbula.
- a veces acompañado de sudoración, náuseas y dificultad de respiración.
- si se desencadena por los esfuerzos es muy sugestivo de ser cardiaco.
- Palpitaciones:
- rápidas e irregulares.
- regulares a 150 lat/min o más.
- si se acompañan de mareo, pérdida de consciencia, dolor en el pecho o falta de respiración.
- Fatiga:
- si se percibe como falta de respiración; es decir una sensación parecida a la que experimentamos después de haber corrido o subido rápido una escalera.
- si empeora al acostarnos en la cama.
- no es sugestiva de un problema cardiaco si la notamos como que no entra suficiente aire en los pulmones y tendemos a respirar muy profundo.
- tampoco es sugestiva de estar relacionada con el corazón si lo que sentimos es debilidad general.
- Mareo:
- si se llega a perder el conocimiento o casi a perderlo.
- si lo notamos no como giro de objetos, sino como perdida de visión y casi desconexión del medio.
- si no tiene relación con incorporarnos bruscamente.
- Tobillos hinchados:
- cuando son de ambas piernas.
- se acompañan de falta aire con los esfuerzos o incluso en reposo.
- si notamos además aumento del tamaño de la barriga.
Si presentamos uno o varios de estos síntomas debemos acudir al cardiólogo. Si esos síntomas son muy acusados, acudiremos inmediatamente a urgencias del hospital.