No he podido dejar pasar el tema por más tiempo. Creo que es lo suficientemente importante para que volvamos con ello.
¿Por qué debo seguir actualmente tomando Sintrom?
Como ya expresé en el post que escribí en enero del 2015, el Sintrom ha sido un fármaco muy útil desde hace muchos años, que ha salvado gran cantidad de vidas y evitado secuelas muy importantes en un gran número de pacientes. En la actualidad sigue teniendo su indicación previniendo la aparición de trombos, pero en un campo cada vez más pequeño de pacientes.
El uso de anticoagulantes orales tiene, hoy en día, su indicación principal en la prevención del ictus en los pacientes portadores de una fibrilación auricular de origen no valvular; es decir en paciente que tiene esa arritmia y no presentar una valvulopatía llamada estenosis mitral ni prótesis cardiacas mecánicas. Y os informo de que la estenosis mitral está prácticamente desapareciendo en nuestro medio, tras la práctica erradicación de la fiebre reumática, que era el origen de esa afectación valvular.
Desde hace ya unos años, han salido unos nuevos fármacos que llamamos genéricamente NACOs (nuevos antiacoagulantes orales) con un efecto superior en la prevención de la aparición de ictus, con menos efectos secundarios en relación a sangrados de gravedad, que no precisan controles de coagulación periódicos (a diferencia del Sintrom, mensuales), que no interaccionan con los alimentos (la anticoagulación con Sintrom está muy influida principalmente por las verduras de la dieta) y que tampoco interaccionan con tantísimos medicamentos como lo hace el Sintrom.
Bueno, bien,… pero el Sintrom es un medicamento con mucha experiencia a su espalda, que ha salvado muchas vidas. ¿Debemos realmente dejarlo de lado por unos fármacos nuevos nuevos y probablemente mucho más caros? ¿Por qué?
Sí, debemos de ir dejándolo de lado y administrarlo sólo a los pacientes que no se les puede dar NACOs. ¿Por qué?. Os lo voy a volver a explicar de forma esquemática:
- Son más eficaces.
- Tienen menos efectos secundarios.
- Poseen muchísimas menos interacciones con otros medicamentos.
- No interaccionan con la alimentación del paciente.
- Y… hacen la vida del paciente mucho más fácil, cómoda y segura.
No lo entiendo. ¿Entonces por qué se sigue prescribiendo el Sintrom en este tipo de pacientes? ¿Por que no se cambia el tratamiento de Sintrom a los NACOs en todos los pacientes apropiados?
La respuesta es muy sencilla e incuestionable: únicamente por el precio.