Continúo con un tema a mi parecer de gran interés: la importancia de la frecuencia cardiaca en reposo como predictor de una mayor o menor esperanza de vida.
En noviembre de 2014, publiqué un entrada (¿Es la frecuencia cardiaca un indicador de nuestra esperanza de vida?) en la que concluía que, a pesar de que existen varios estudios que correlacionan inversamente la frecuencia cardiaca en reposo y la esperanza de vida, no existen estudios que demuestren hoy por hoy, que el reducir la frecuencia cardiaca con fármacos conlleve un aumento de la supervivencia. En cambio sí parece claro que las personas con una mayor frecuencia cardiaca basal (pulsaciones por minuto en reposo) tienen una menor esperanza de vida.
A propósito de esto mismo, acaba de salir un nuevo metanálisis (recopilación de numerosos estudios al respecto) que concluye (una vez mas) que tener frecuencias cardiacas en reposo más elevadas se asocia a una mortalidad cardiovascular más elevada, indicando que la frecuencia cardiaca basal es un predictor de muerte cardiovascular por cualquier causa.
En este análisis habían sido estudiados más de 2 millones de pacientes. Y se evidenció una menor mortalidad en los que tenían una frecuencia cardiaca de 45 lat/min, que posteriormente aumentaba progresivamente de forma lineal, hasta hacerlo de más importante a partir de los 90 lat/min de pulsaciones por minuto en reposo. En este análisis se ajustaron los resultados para la existencia de otros factores de riesgo cardiovascular tradicionales y aun así los resultados fueron claros al respecto.
En la actualidad disponemos de fármacos con un buen perfil de seguridad y con escasos efectos secundarios adecuados para disminuir la frecuencia cardiaca.
Sin embargo, a pesar de este novedoso análisis, que vuelve a demostrar la importancia de tener frecuencias cardiacas relativamente bajas en reposo, sigue sin existir ningún estudio que nos proporcione una base científica para aconsejar tratar frecuencias cardiacas elevadas en reposo con el fin de aumentar la supervivencia, ya que no se ha realizado ningún estudio diseñado con este propósito.
En conclusión: cada vez existe mayor evidencia de que tener frecuencias cardiacas (pulsaciones por minuto) bajas, en reposo, aumenta la supervivencia. hasta la fecha no disponemos de estudios que avalen la utilización de fármacos con ese propósito.