Nuestra presión arterial no es, en absoluto, la misma siempre. Varía por múltiples estímulos y circunstancias; y lo hace de minuto a minuto.
Muchos de mis pacientes me dicen: pero doctor, ¿cómo es posible que ahora tenga la tensión alta si hace sólo una hora que la tomé y era normal o incluso algo baja?
Pues sí, la tensión arterial varía por la actividad física, estados de ánimo, cambios de la alimentación (especialmente consumo de sal), peso corporal, medicamentos y otros muchos que no conocemos bien. A lo largo del día las cifras de tensión arterial pueden variar importantemente.
Esa circunstancia la vemos muy claramente cuando leemos los registros de MAPA o Holter de tensión. Se trata de una grabadora que el paciente lleva durante 24 horas conectada a un manguito de presión. Este aparato le toma la tensión arterial durante su actividad diaria normal cada espacio de tiempo determinado, que nosotros podemos programar (normalmente cada 15 minutos durante el día y cada 30 durante la noche). Al día siguiente, somos capaces de analizar todos los datos obtenidos y nos damos cuenta de que la tensión arterial puede variar importantemente en un espacio de tan sólo 15 minutos de tiempo.
Pero, ¿tiene algún significado que esa variación de los datos obtenidos sea más o menos importante?
Bueno, pues en un artículo publicado el pasado mes de septiembre en la revista médica Journal of the American College of Cardiology, nos dicen que sí. Los autores concluyen que la alta variabilidad en las cifras de tensión arterial sistólica (la máxima) medidas al mismo paciente en diferentes días de consulta se asocia a un mayor riesgo de muerte por cualquier causa, de ictus, de angina e infarto y de insuficiencia renal.
Diferentes circunstancias se asocian a este aumento de variabilidad de la tensión arterial como son: ser varón, tener una edad avanzada, estar divorciados/as o viudos/as, tener un peor funcionamiento del riñón previamente, tener una mayor tensión arterial, ser diabético y tener enfermedad cardiovascular o enfermedad pulmonar crónica previas.
La razón que puede ser la responsable de este riesgo aumentado la relacionan con el mayor estrés y daño a la pared vascular arterial, específicamente al endotelio (la pared más interna de la arteria) producidos por esos importantes cambios en la presión que soporta. Como ya mencioné en el post dedicado a la música y la salud cardiovascular la función endotelial es la capacidad que tiene el endotelio arterial para segregar sustancias que pueden dilatar o contraer las arterias, así como también proteger o predisponer del desarrollo de aterosclerosis (estrechamiento de las arterias), inflamación, y formación de trombos.
También parece ser que según el tipo de medicamento que se utilice para el tratamiento de la hipertensión, puede existir un diferente efecto en su variabilidad. Por ejemplo, los diuréticos (no de asa) y los calcioantagonistas parecen disminuir esa variabilidad; mientras que los beta-bloqueantes los IECAs y los ARA-2 parecen aumentarla.
Este hallazgo nos proporciona otra diana para el tratamiento de la hipertensión arterial, intentando no sólo disminuirla globalmente sino tratando también de que esa variabilidad sea la menor posible.