Es bien conocido que la menopausia precoz, definida como aquella que aparece antes de los 45 años, aumenta el riesgo cardiovascular.
Un meta-análisis, publicado en JAMA Cardiology, en octubre de 2016 que analiza 32 estudios al respecto, con un total de 310.329, concluyó que las mujeres con menopausia temprana o precoz tenían un mayor riesgo de padecer enfermedad coronaria, muerte cardiovascular y también muerte de cualquier causa que aquellas mujeres que presentaban la menopausia después de los 45 años.
Los cambios hormonales derivados de una disminución de la producción de estrógenos que ocurren en la menopausia son los principales causantes de este riesgo aumentado. Los estrógenos producen relajación de la arterias, por lo que una disminución de los mismos se relaciona con un aumento de la rigidez arterial. La pérdida de la función ovárica también se relaciona con una activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, favorecedor de la aparición de inflamación y disfunción endotelial e inmune. Estos procesos se relacionan con la aparición de obesidad, diabetes e hipertensión. Esa falta de estrógenos es una de las razones por las que los varones tienen un riesgo cardiovascular mayor que las mujeres.
El pasado mes de enero se ha publicado, en la revista Heart, un reciente estudio que relaciona otros factores reproductivos de la mujer con el riesgo cardiovascular.
Los autores de este estudio concluyen que no sólo una menopausia precoz, que ellos sitúan antes de los 47 años, aumenta el riesgo cardiovascular, sino también otros factores como son la pubertad precoz (antes de los 12 años de edad), la edad a la que se es madre por vez primera, la existencia de una historia de abortos, muerte fetal y de histerectomía.
Según sus datos la menopausia precoz aumentó el riesgo cardiovascular un 33% y un 42% el riesgo de padecer un ictus. La pubertad precoz también aumentó el riesgo cardiovascular, aunque sólo en un modesto 10%. Cada aborto también aumentó, en un 6%, el riesgo. La muerte fetal lo incrementó en un 22%, con un llamativo aumento del 44% del riesgo de presentar un ictus. También las mujeres con histerectomía previa (extirpación quirúrgica del útero) tenían un 12% más de riesgo cardiovascular y este era aún superior si además también se extirparon los ovarios.
Como conclusión, la menarquia precoz, la menopausia temprana, una menor edad cuando se es madre por primera vez, la extirpación del útero, la aparición de abortos o de muerte fetal sitúan a la mujer en un riesgo cardiovascular aumentado.