Esta es otro de los más frecuentes motivos de consulta al cardiólogo. Notar los latidos del corazón muchas veces nos puede preocupar, sobre todo si los latidos son irregulares , muy fuertes o muy rápidos. Pero, ¿que significado tiene sentir palpitaciones? ¿es peligroso? ¿qué tenemos que hacer si las sentimos?
¿Qué entendemos por palpitaciones?
Con el término de palpitaciones hacemos referencia a la percepción de los latidos del corazón de una forma anormal. Los paciente las suelen describir como “latidos rápidos, lentos, fuertes, con pausas o vuelcos”.
¿Se pueden sentir los latidos del corazón?
En ocasiones podemos sentir los latidos de nuestro corazón, incluso si el ritmo cardiaco es normal. Es frecuente notarlos por la noche en la cama, sobre todo si nos tumbamos del lado izquierdo. Por lo general no notamos nuestros propios latidos a no ser que se modifiquen de forma significativa. Del mismo modo que no percibimos nuestro propio olor, o el de nuestra casa, ni somos conscientes de nuestra respiración; no sentimos nuestro latido si este es normal. Si pudiéramos sentir todas esas sensaciones, la avalancha de estímulos sería tal que nos impediría atender a otros que sí son importantes que percibamos en nuestra vida diaria (el olor a gas, el olor de un incendio, el timbre del teléfono…)
Entonces, ¿por qué somos capaces de sentir palpitaciones?
Podemos sentir los latidos de nuestro corazón en determinadas circunstancias:
Si late excesivamente rápido. Por ejemplo: después de un ejercicio intenso, cuando nos asustamos o nos ponemos nerviosos.
Si late excesivamente lento, lo que puede o no significar un problema del ritmo cariaco.
Si late de forma irregular: en determinadas arritmias (extrasístoles, fibrilación auricular, etc)
Si late anormalmente fuerte: en problemas de las válvulas cardiacas (insuficiencia aórtica) o tras la existencia de extrasístoles
Como he dicho antes, ocasionalmente y sin tener ningún problema cardiaco, también podemos sentir nuestro latido. ¿Cómo? Si estamos en un entorno silencioso o tumbados sobre nuestro lado izquierdo.
¿Puede ser peligroso tener palpitaciones?
En ocasiones sí. Dado que las palpitaciones pueden sentirse tanto en situaciones normales como en anormales (alteraciones del ritmo del corazón; a lo que los médicos llamamos arritmias), es importante poder diferenciar ambas situaciones.
Las palpitaciones tienen características benignas si:
Tienen una frecuencia cardiaca inferior a 150 lat/min, si se producen en reposo.
Se presentan en relación con el ejercicio, con situaciones de estrés o de ansiedad.
Son regulares (el tiempo entre latido y latido es muy similar).
No se acompañan de otro tipo de síntomas.
Son de inicio y desaparición gradual.
Sí se identifican como un vuelco aislado o un latido más fuerte que los demás. Suele corresponder al latido normal que sigue a un extrasístole (ver más adelante).
¿Cuando deberíamos consultar con el cardiólogo?
Cuando aparecen en reposo y con frecuencias cardiacas iguales o superiores a 150 lat/min.
Cuando son irregulares.
Si son de inicio y terminación brusca.
Si se acompañan de sudoración, palidez, mareo, pérdida de consciencia, dolor en el pecho o falta de aire.
En estas situaciones deberemos acudir al hospital a la mayor brevedad posible, sobre todo si se asocian a pérdida o disminución del nivel de consciencia, dolor en el pecho o a falta de respiración.
¿Existen palpitaciones debidas a arritmias benignas?
Si. La arritmia que produce un mayor número de consultas al médico son los extrasístoles. El paciente típicamente nota un “vuelco” en el corazón, un latido anormalmente fuerte o una pausa sin latido.
Un extrasístole consiste en un latido que se produce antes de lo que debería.
Existen dos tipos: supraventriculares y ventriculares, dependiendo del lugar del corazón donde se originen.
¿Es necesario consultar por extrasístoles?
Si los extrasístoles son esporádicos, poco frecuentes y aislados, no son peligrosos ni representan un problema de importancia. Pero si los extrasístoles son muy frecuentes o continuados, sí deberíamos acudir a nuestro cardiólogo para descartar algún problema cardiaco que los origine.
En resumen, sentir palpitaciones provoca frecuentes consultas al cardiólogo. Aunque en gran parte de las ocasiones no existe un problema en el corazón, en una pequeña proporción de casos precisan un diagnóstico y tratamiento adecuado.