Hoy voy a intentar aclarar algo por lo que me preguntan de vez en cuando en la consulta: «doctor, me han dicho que tengo el corazón grande».
Algunas veces, los pacientes vienen con esa frase porque se lo han dicho tras realizarse un placa de tórax o porque alguien se lo comentó de pasada y recuerda que su padre o madre también lo tenían. Es algo que, en general, no les preocupa demasiado, pero que no saben si tiene o no importancia.
Hasta en algunas ocasiones algunos me han comentado: doctor estoy muy preocupado ¡me han dicho que tengo el corazón más grande que la caja!
Yo trato de mantener la profesionalidad y sigo con el interrogatorio, pero cuando tengo confianza con el paciente, entonces le pregunto: ¡anda! y entonces ¿donde llevas el resto?, el que no te cabe, ¿por dónde se te sale?, no lo veo… y me río. Normalmente nos reímos los dos. Aunque reconozco que alguno se queda desconcertado preguntándose si estaré hablando en serio o en broma.
De verdad, que esta frase: “tiene usted el corazón más grande que la caja”, en ocasiones se la han dicho médicos (normalmente hace ya años) a mis pacientes. Y por eso la extrañeza que les crea la situación cuando yo trato de bromear con esto.
Bueno, pues vamos empezar aclarando que una persona que tiene el corazón grande, los médicos decimos que tiene una cardiomegalia. Suele ser un concepto radiológico , es decir; cuando se ve un corazón más grande de lo normal en una radiografía. Significa tan sólo eso: corazón grande. Lo que pasa es que nosotros le ponemos un nombre técnico y así parece algo más importante.
Cardiomegalia puede haber de dos tipos: Dilatación de todas o de algunas las cavidades del corazón o también puede tratarse de hipertrofia (aumento del grosor de las paredes del corazón), sin dilatación. Estas dos alteraciones de la forma del corazón se ven parecidas en una radiografía de tórax, pero son en realidad muy diferentes.
Supongo que imaginareis que en cualquiera de las situaciones el corazón sigue dentro del pecho y sigue siendo “más pequeño que la caja”. Aún no he visto a ningún paciente que el corazón se le salga por la axila o se le meta en la barriga.
Continuando por donde iba, esa cardiomegalia se valora y diferencia muy bien realizando un ecocardiograma, que no es más que un estudio con ultrasonidos (como el que se realiza a las embarazadas), pero en lugar de ver al niño lo que se estudia es el corazón.
Con esta exploración se puede ver bien el corazón, de forma que se puede medir el grosor del músculo y el tamaño interior de las cavidades. Por lo tanto, también se puede estimar un peso aproximado del corazón o más específicamente del ventrículo izquierdo, que es la principal cavidad del corazón y la que más frecuentemente se estudia.
Según los datos de esta exploración, decimos que un corazón es hipertrófico cuando se le estima un peso superior al esperado para un individuo normal del mismo sexo, talla y peso. Siempre se tiene en cuenta la talla y el peso porque, como supondréis las personas más grandes también tienen un corazón mayor.
Una vez sabemos que el corazón pesa más de lo normal lo que nos interesa saber es si ese peso excesivo es a expensas de que el corazón está dilatado pero con un grosor normal de sus paredes musculares o, por el contrario, el tamaño de cavidad es normal, pero lo que se encuentra engrosado es el músculo. También pueden ocurrir ambas cosas al mismo tiempo.
Estas consideraciones son muy importantes porque según se encuentren estos parámetros nos pueden orientar a diferentes circunstancias causantes. Desde un corazón de atleta (es decir; un corazón normal adaptado al ejercicio), una miocardiopatía dilatada (enfermedad del músculo del corazón), enfermedades valvulares, miocardiopatía hipertrófica (enfermedad transmitida genéticamente) hasta la frecuente cardiopatía hipertensiva, pasando por algunas otras.
Concluyendo: a excepción del corazón de atleta, tener el corazón más grande de lo normal suele ser consecuencia de un problema que debe ser investigado y tratado, ya que de no hacerlo puede ocasionar graves consecuencias.
O sea, que si sabéis de alguien que tenga el corazón grande o “más grande que la caja”, por favor, aconsejadle que consulte con el cardiólogo.