Bueno, pues hoy cambio mi confortable sofá frente a mi ordenador, desde el que normalmente escribo, por un estrecho asiento de un avión de hélices durante un viaje de trabajo a Lisboa. No es lo mismo, pero he de confesaros que las palabras salen con tanta fluidez o más que en mi acostumbrado sofá.
Hoy voy a hablaros sobre algo que aún sigue en contacto con nosotros en nuestro día a día. Estoy hablando del hábito de fumar. Gracias a una acertada legislación relativamente reciente, ya no se permite fumar en lugares públicos cerrados. Pero aún seguimos viendo a amigos y familiares que tienen la necesidad de abandonar la mesa que comparten con nosotros para salir fuera del local a fumar un cigarrillo.
Hoy en día, aún continúa mucha gente atrapada en una adicción muy perjudicial para ellos y para los que los rodean, además de ser verdaderamente cara.
Todos tenemos la idea, desde que nos enteramos que el consumo de tabaco es perjudicial, que lo que era realmente malo es fumar demasiado. De hecho, casi todos hemos oído por ahí eso de que fumar menos de cinco cigarrillos al día no es perjudicial, que el riesgo principal se debe a que casi nadie podía mantenerse fumando sólo cinco cigarrillos al día.
Cuando hablas con fumadores, muchos te dicen que no pretenden dejar de fumar, pero sí disminuir la cantidad de cigarrillos que fuman diariamente. De hecho, en los últimos años, ha aumentado considerablemente el número de fumadores que limitan el consumo diario a menos de 10 e incluso de 5 cigarrillos al día.
El hábito de fumar está claramente asociado a una importante elevación del riesgo cardiovascular, al desarrollo de una enfermedad pulmonar crónica y un riesgo aumentado de padecer diferentes tipos de cáncer, como el de pulmón, estómago, esófago, vejiga, laringe, boca, riñón, colorectal, hígado, páncreas, cuello de útero y leucemia mieloide.
Ademas, el riesgo de extiende no sólo a los que consumen el tabaco directamente sino también a los que, de alguna forma, inhalan el humo de los fumadores.
El perjuicio del tabaco está en relación, no sólo a la inhalación de los productos de la combustión del tabaco propiamente dicho, sino también del papel.
De igual forma que se ha demostrado una relación lineal entre el número de cigarrillos consumidos y el riesgo de padecer un cáncer de pulmón, no es así en cuanto al riesgo cardiovascular. Muchos fumadores piensan que si en lugar de fumar 20 cigarrillos al día, sólo fuman uno, el riesgo disminuirá 20 veces. Es decir; sólo sería un 5% del riesgo de los que consumen un paquete diario.
Pero esto no es así.
Un nuevo meta-análisis de 141 estudios, publicado el pasado mes de enero en la revista British Medical Journal, analiza cuál es la cantidad máxima de tabaco que podemos consumir sin riesgo para nuestra salud y llega a la por todos esperada conclusión de que cualquier cantidad de tabaco es perjudicial. De hecho, incluso el consumo de un sólo cigarrillo diario lo es importantemente. Fumar un sólo cigarrillo al día eleva el riesgo cardiovascular a casi la mitad que el consumir un paquete entero.
Los varones que fuman un sólo cigarrillo al día tienen un riesgo un 48% superior de padecer un problema cardiaco y un 25% mayor de ictus que el de los no fumadores. Entre las mujeres se evidencian riesgos más elevados, con un aumento del 57% y del 31% respectivamente.
En conclusión, fumar, incluso sólo un cigarrillo al día, es altamente perjudicial. Conlleva un aumento del riesgo de padecer un problema cardíaco o de ictus de aproximadamente la mitad del que tienen los que consumen 20 cigarrillos al día.
Cuando oigas a alguien decir que no hay problema porque fuma muy poco; si es tu amigo, podrás decirle que está equivocado y que lo deje absolutamente. Si no lo es o no tienes suficiente confianza, siempre puedes recomendarle esta página para que se informe.
Os deseo una feliz semana.