En contraposición a un post que publiqué el pasado 25 de marzo, en el que concluía que realizar ejercicio físico de alta intensidad era menos saludable que realizar deporte de forma moderada, el pasado mes de abril salió publicado en el JAMA un estudio que analiza precisamente esto: si a partir de un cierto nivel de ejercicio sus beneficios en cuanto a la salud disminuyen o por el contrario aumentan.
Las Guías americanas en relación a la actividad física recomiendan hacer un mínimo de 75 min de ejercicio intenso o 150 min de ejercicio moderado a la semana. Sin embargo, no se conoce bien si existe un límite de cantidad de ejercicio físico a partir del cual dicho beneficio deje de aumentar o incluso descienda.
En este reciente estudio se determina que los individuos que realizan el ejercicio recomendado disminuyen su mortalidad en un 31% con respecto a los individuos sedentarios. También los que realizan menos ejercicio que el recomendado reducen su mortalidad, aunque algo menos (un 20%). Por último la mortalidad continúa disminuyendo al aumentar la cantidad de ejercicio físico hasta un máximo de reducirse en un 39% cuando se hace entre 3 y 5 veces más del ejercicio recomendado, aunque esta mejoría es muy modesta (un 8%). No se encontró un límite de ejercicio físico más allá del cual este pudiera ser perjudicial.
Los autores del estudio concluyen que los profesionales de la salud debemos aconsejar la realización de ejercicio físico como una medida claramente útil desde el punto de vista de mejorar nuestra salud y aumentar la supervivencia. También afirman que no se debe desmotivar a los deportistas que realizan un alto nivel de ejercicio con la excusa de un posible efecto perjudial para la salud.
Como vemos, existen estudios para todos los gustos y que obtienen diferentes resultados, aunque en lo que sí están todos absolutamente de acuerdo es que la realización de ejercicio físico moderado mejora no sólo nuestra salud y expectativa de vida, sino también nuestra calidad de vida.