¿Qué es el corazón? ¿Cual es su función? ¿Qué es el pulso y dónde lo encontramos?
¿Qué es un infarto de miocardio? ¿Por qué se produce? ¿Quién tiene más riesgo de tenerlo? ¿Cuando debemos pensar que quizá estamos sufriendo un infarto? ¿Qué debemos hacer si pensamos que estamos teniendo un infarto?
El corazón es, básicamente, un órgano formado fundamentalmente por tejido muscular muy parecido al de cualquier gran músculo del cuerpo, como puede ser el biceps. Es decir; un músculo que llamamos estriado y que forma la paredes del corazón. Su función es contraerse en cada latido para mover la sangre de su interior.
También tiene tejido algo más consistente, aunque flexible, formado por una estructura interna de colágeno, que es lo que forma las válvulas cardiacas. Existen también células más especializadas en la formación y transmisión del impulso eléctrico que da lugar a la contracción del corazón y dos membranas finas que lo recubren por fuera, que llamamos pericardio.
La función del corazón es fundamentalmente muy similar a una bomba de agua, pero moviendo sangre. Es decir; se encarga de que la sangre siempre esté en movimiento, captando oxígeno de los pulmones y distribuyéndolo posteriormente a todo el cuerpo. Por supuesto, la sangre también lleva otra serie de componentes imprescindibles para vida.
Esta embolada de sangre que se desplaza en cada latido la podemos notar si palpamos nuestro pulso en cualquier arteria. Las que son normalmente más accesible son la arteria radial en la muñeca (en la zona lateral externa, la parte del pulgar) y la carótida en el cuello. Por lo tanto, cada vez que notamos una onda de pulso con nuestros dedos, representa a una contracción del corazón. De esta forma, podemos medir fácilmente la frecuencia cardiaca y valorar las características del ritmo cardiaco (regular o irregular).
Es tan importante esa función de mover la sangre, que si el corazón se detiene, a los pocos segundos perdemos el conocimiento por falta de oxígeno en el cerebro.
Curiosamente, a pesar de que el corazón mueve toda la sangre del cuerpo cada minuto (aproximadamente 5 litros), no se alimenta ni recibe el oxígeno directamente de esta, sino de la sangre que le llega por unas tuberías que discurren inicialmente por su superficie externa, para posteriormente perforarlo en todas direcciones, hacia el interior del músculo. Son las llamadas arterias coronarias, que nacen a la salida del corazón, en la raíz de la arteria más grande e importante de todo nuestro cuerpo: la aorta.
Estas arterias coronarias son de mayor tamaño cuando se encuentran en la cara externa del corazón, disminuyendo de tamaño conforme se alejan de la aorta y cuando perforan el músculo cardiaco. Por lo tanto y sorprendentemente, la sangre que alimenta al corazón no fluye desde dentro del corazón hacia afuera, sino justamente al contrario: desde las arterias coronarias, que están inicialmente afuera, hasta la pared interna de la cavidad cardiaca, atravesando todo el músculo.
Infarto de miocardio
Para la gran mayoría de nosotros oír hablar de infarto de miocardio suena realmente grave, como una de las cosas más peligrosas que te pueden ocurrir. Y realmente lo es.
¿Qué es un infarto de miocardio?
Siempre que en medicina hablamos de un infarto nos referimos a muerte de células de alguna parte del organismo, en relación a una falta aguda de oxigeno por un cese de aporte sanguíneo a la zona. En la gran mayoría de las ocasiones se produce por una obstrucción en la arteria que lleva la sangre a esa zona. Dependiendo al nivel que se produzca esa obstrucción y de lo importante que sea esa arteria (la cantidad de tejido que riegue) dará lugar a un infarto de mayor o menor tamaño.
Cuando hablamos de miocardio nos referimos al nombre médico del músculo del corazón. Por lo tanto, un infarto de miocardio es la muerte (como siempre irreversible) de una zona más o menos grande del corazón (del músculo cardiaco). Cuanto más tiempo dure la falta de flujo sanguíneo; es decir, la obstrucción de la arteria, más grande también será el tamaño del infarto y más probables las posibles complicaciones.
¿Cuales son las consecuencias más peligrosas de un infarto de miocardio?
1. Las derivadas por la localización y cantidad del músculo que se pierde.
- Si el infarto es muy extenso, el corazón puede no tener suficiente músculo vivo y funcionante para bombear la sangre, entrando en insuficiencia cardiaca e incluso shock.
- Puede producirse una perforación en la zona del músculo muerto, lo que llamamos una rotura cardiaca, que lleva casi siempre a la muerte.
- Si el infarto afecta al músculo que participa en el anclaje de una válvula, puede ocasionar un fallo agudo de funcionamiento de la misma y ocasionar también una insuficiencia cardiaca.
2. Y las derivadas de las alteraciones del ritmo del corazón que se producen cuando las células cardiacas tienen falta de oxígeno y que pueden llevar a una parada cardiaca; normalmente por un tipo de arritmia llamada fibrilación ventricular.
Por lo tanto, la gravedad de un infarto dependerá fundamentalmente de la importancia de la arteria afectada y del tiempo que dure la obstrucción de esa arteria.
¿Quién tiene más riesgo de padecer un infarto?
- La gente de más edad. Antes de los 30 – 35 años es excepcional, menos los relacionados con el consumo de cocaína
- Los varones, hasta después de la menopausia en la mujer, cuando el riesgo lentamente se equipara
- Los diabéticos
- Las personas con elevado colesterol en sangre
- Los fumadores
- Los hipertensos (personas con tensión arterial elevada)
- Las drogas (cocaína y derivados)
- Las personas con antecedentes familiares de infartos a una edad temprana (padres y hermanos varones antes de los 55 años y madres o hermanas antes de los 65 años)
- Otros menos influyentes son: la elevación de los triglicéridos en sangre, la obesidad central (barriga abultada), el sedentarismo, el estrés, la depresión e incluso la periodontitis o la gripe.
¿Cuando debemos pensar que quizá estamos sufriendo un infarto?
Un dolor NO es sugestivo de infarto si:
- Es de tipo pinchazo
- Varía con la respiración, con la postura o con la presión de la zona
- Lo localizamos en un punto determinado (lo que los médicos llamamos “a punta de dedo”)
- Se localiza lejos del centro del pecho
- Tiene una duración muy corta (menos de 1 minuto) o muy larga (de muchas horas o días)
- Es de ligera intensidad
Un dolor SI es sugestivo de infarto si:
- Aparece en el centro del pecho y en una zona amplia.
- Es de gran intensidad.
- No varía con la respiración, con los movimientos ni al tocar la zona (no “a punta de dedo”)
- Se produce en relación a los esfuerzos y se calma con el reposo
- Se acompaña de sudoración, ganas de vomitar o ganas de ir al cuarto de baño (¡ojo!, las crisis de ansiedad también pueden dar estos síntomas y no es un infarto)
- Si es un dolor continuo con una duración superior a 1 min. Típicamente entre 5 y 20 min en la angina de pecho y entre 30 min y pocas horas en el infarto
- A diferencia de las crisis de ansiedad, en las que el paciente no para de moverse, en el infarto sólo desea permanecer quieto
- Se acompaña de sensación de gravedad
- Se se corre (irradia) a brazos, cuello o mandíbula
- Si se acompaña de la típica sensación de “no me entra bien el aire en el pecho”
¿Qué debemos hacer si pensamos que estamos teniendo un infarto?
Si sospechamos que podemos tener un infarto de miocardio debemos de acudir con la mayor rapidez posible a un hospital. Ojo, digo hospital y no consultorio, centro de salud, ambulatorio, punto de socorristas, etc. Acudir a un hospital acompañado, si es posible (que conduzca otro) y rápido. Cuando hablamos de infarto de cualquier tipo: de miocardio, cerebral,… el tiempo es vida. Cuanto antes podamos abrir la obstrucción que se ha producido en la arteria, antes podremos restaurar el flujo de sangre al órgano afectado y limitaremos importantemente los daños ocasionados.
Como regala general NO existe ninguna pastilla milagrosa que podamos tomar en nuestro domicilio que consiga abrir inmediatamente la arteria (excepto en el raro caso del vasoespasmo coronario).
Conclusión:
- El infarto de miocardio es un problema grave, potencialmente mortal.
- Cuando se sospecha se debe acudir rápidamente a un HOSPITAL.
- Más vale pasarse por exceso de precaución que por exceso de confianza. Es decir; cuando existe alguna sospecha… al HOSPITAL.