Depende de varias cosas: del tiempo que se vaya a tomar, de la dosis, de la existencia de patología cardiovascular de base del paciente o de su riesgo cardiovascular.
En la reunión del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilacia (PRAC), celebrada a principios del presente mes de abril, se advierte que el Ibuprofeno a altas dosis (2.400 mg al día o mas) produce un ligero aumento del riesgo de padecer problemas cardiovasculares. No se produce aumento del riesgo en dosis de hasta 1.200 mg al día. La misma advertencia se aplica a dosis a partir de 1.200 mg al día de dexibuprofeno.
El PRAC forma parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y aunque ésta última aún no ha lanzado su recomendación oficial, es muy posible que finalmente se produzca en este sentido.
Tras la revisión europea que se ha realizado acerca del riesgo cardiovascular de ibuprofeno y dexibuprofeno, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recomienda a los profesionales sanitarios:
No administrar dosis altas de ibuprofeno o dexibuprofeno a pacientes con patología cardiovascular grave como insuficiencia cardiaca (clasificación II-IV de New York Heart Association-NYHA), cardiopatía isquémica establecida, enfermedad arterial periférica o enfermedad cerebrovascular.
Antes de iniciar tratamiento a largo plazo con ibuprofeno o dexibuprofeno, sobre todo si se requieren dosis altas, se deberán evaluar cuidadosamente los factores de riesgo cardiovascular asociados del paciente.
¿Qué es el ibuprofeno?
Es un potente analgésico / antiinflamatorio perteneciente a los AINEs no selectivos de la COX-2. ES decir; iniben la COX-1 y la COX-2. Al mismo grupo pertenece, por ejemplo, la Aspirina y el Naproxeno entre otros muchos.
Como suelo decir a mis pacientes cuando me piden que les recete un medicamento sin efectos secundarios: todos los fármacos que tiene un efecto beneficioso, pueden también presentar algún efecto secundario. A continuación les pido que desconfíen de esos medicamentos en los que el prospecto señala que no tiene ninguna contraindicación ni tampoco ningún efecto secundario. Estos preparados generalmente no tienen efecto de ningún tipo, ni bueno ni malo.
Volviendo al grupo de fármacos que nos ocupa y al que pertenecen la gran mayoría de los medicamentos que tomamos cuando presentamos algún tipo de dolor, sabemos desde hace tiempo que uno de los efectos secundarios potenciales que presentan es el aumento del riesgo de padecer un evento cardiovascular grave (infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular y muerte cardiovascular). También disminuyen el efecto protector de la aspirina a bajas dosis usada como antiagregante plaquetario en la prevención de dichos eventos.
Cuando consideramos este riesgo potencial debemos pensar en cual va a ser la duración del tratamiento, la dosis diaria utilizada, el riesgo cardiovascular de base del paciente y la posibilidad de que ya padezca una enfermedad cardiovascular.
El aumento del riesgo cardiovascular de estos fármacos tiene relación directa con la dosis empleada, la frecuencia de administración y la duración del tratamiento. El tratamiento con este grupo de fármacos deberá hacerse con la menor dosis eficaz y el tiempo más corto posible (en tratamientos de corta duración (de menos de 1 mes) el incremento del riesgo que se produce es extremadamente bajo). El Naproxeno se muestra como el AINE más seguro desde este punto de vista.
Tanto en pacientes sin enfermedad cardiovascular conocida, como en aquellos que han presentado un problema cardiovascular o bien tienen un alto riesgo de padecerlo, se recomienda la utilización de Naproxeno, ya que es el único de todo este grupo de fármacos en el que no se ha evidenciado, de forma clara, un aumento del riesgo cardiovascular.
También el fármaco que hoy nos ocupa, el ahora denostado Ibuprofeno, sería una buena alternativa cuando se utiliza a bajas dosis y en episodios recortados y esporádicos, sobre todo en pacientes sin enfermedad cardiovascular conocida.
En general, no se debe utilizar fármacos de este grupo en pacientes con un síndrome coronario agudo (infarto de miocardio o angina inestable), en pacientes con cirugía coronaria reciente ni en pacientes en insuficiencia cardiaca.
¿Existen alternativas al tratamiento con AINEs?
Se ha propuesto la utilización de opioides (codeína, mórficos) o Paracetamol como alternativa para tratar el dolor; es decir como analgésicos, ya que estos fármacos no poseen capacidad antiinflamatoria. Sin embargo, se ha comprobado que estos fármacos también presentan riesgos de varios tipos, incluido el cardiovascular. Parece que en el caso de los opioides es incluso mayor que con los AINEs y aunque no se han realizado estudios comparativos con el Paracetamol, se sabe que también aumenta el riesgo entre 1.4 y 1.7 veces con respecto a los que no recibieron ningún tratamiento. Por otra parte, algunos de los AINEs selectivos de la COX-2 han tenido que ser retirados del mercado por esta razón.
En conclusión: el ibuprofeno y prácticamente todos los medicamentos de su grupo aumentan el riesgo de padecer un problema cardiovascular grave. Si han de ser utilizados, se deberá tener en cuenta el riesgo de base del paciente y se utilizaran durante el menor tiempo posible y con la menor dosis efectiva.